Por El hada madrina
Me asomo despacio y ella está dormida, en silencio. Tiene los ojos cerrados y, a su alrededor, sólo se escuchan ecos perdidos, casi inapreciables, músicas sordas, lejanas, hipnóticas. Parece que se esconde. Yo miro interesada y procuro no hacer ruido. No quiero despertarla. Ahora se gira y da la impresión de que mueve una mano. Pero no, sigue soñando. En su círculo amniótico, ella se acomoda entre líquidos y juegos, siempre encogida, envuelta en un abrazo. Su cara redonda, sus ojos cerrados, esos pequeños labios venturosos dibujan un encuentro aislado y fugaz. O una sorpresa. Vislumbra en su horizonte un mundo rojo, rosáceo, quizá naranja. De repente, parpadea. Se está despertando. Se mueve hacia un lado y yo me escondo para que no me descubra espiando. Bosteza. Se retuerce lentamente y suelta el codo sin saber que fuera provoca un sobresalto. Estira las rodillas y da otro golpe. Empuja la piel con el pie izquierdo, tímidamente, casi sin darse cuenta. Gira la cabeza, se acomoda nuevamente y vuelve a cerrar los ojos. Yo, de puntillas, decido marcharme. Ya es hora y prefiero no molestar. Suspiro mientras me escapo de este pequeño país de murmullos y milagros, de este pequeño país en el que Julia sigue esperando.
Dedicado...
The Beatles - Julia.wma
miércoles, 11 de julio de 2007
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1 comentario:
Maravillosa Julia, misteriosa Julia, ¿quien es Julia? Esa cosa que crece y nos desborda. Creo más pertinente escuchar "Glas Onion" ese collage que en el fondo somos todos.
Felicidades
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