Por El Sastre
Hemos recibido la primera colaboración externa de esta bitácora. Sin más preámbulos os dejo lo que nos ha escrito Tomás Lobo.
“Mickey Mouse es el ideal más lamentable que jamás haya visto la luz… Un sentimiento sano indica a cualquier joven independiente y a toda juventud honorable que es alimaña sucia e inmunda, el mayor portador de virus y bacterias del mundo animal, no puede ser el tipo ideal de animal… ¡Fuera la animalización judía del pueblo! ¡Abajo Mickey Mouse! ¡Lucid la cruz gamada!”. Cuando uno lee esto, escrito a mediados de los años 30 en un periódico de Pomerania, una región situada entre Alemania y Polonia, ya ha finalizado la primera parte de Maus y permanece hipnotizado mientras observa a Vladek atravesando las puertas de Auschwitz. La obra maestra del dibujante Art Spiegelman, que tardó 13 años en gestarse (1978-1991) y que es el único cómic que ha sido merecedor de un premio Pulitzer, retorna con una nueva edición que hace sólo un mes está en las librerías.
Maus (Mondadori, 2007) es la historia real del suplicio de Vladek y Anja, un matrimonio judío en la Polonia ocupada. Su hijo Art será el encargado de narrar, con extrema meticulosidad, el periplo de esta pareja en pleno holocausto nazi. Spiegelman animaliza a los protagonistas. Convierte a los judíos en ratones, a los alemanes en gatos, a los polacos en cerdos, a los americanos en perros… Y con ellos reconstruye la memoria de su familia con un impresionante realismo y gran variedad de recursos narrativos y gráficos. Mientras rememora por la boca de su padre Vladek el terror del gueto y de Auschwitz, describe cómo afloran en el hombre tanto la miseria ante las situaciones extremas como el amor y la entrega sin esperar nada a cambio. La omnipresencia de su hermano muerto Richeau, la carga del suicidio de su madre Anja, su relación amorosa con François o los fantasmas de una relación paternofilial llena de muros salpican mediante continuos saltos temporales la angustia de una conmovedora lucha por la supervivencia.
Spiegelmal lo hace sin evitar detalles incómodos, sin hacer mera propaganda sionista, con sentido del humor, con el afán de ser fiel a los hechos. Pero no por eso Maus pierde emoción. Una muestra entre muchas es el cómic “Prisionero en el planeta infierno. Un caso clínico”, incluido en el volumen, que el autor recupera para dar rienda suelta a su sentimiento de culpa por la muerte de su madre. Es el único momento en el que se quita la careta de ratón para ser sólo Artie Spiegelman. Por muchos documentales o películas que uno haya visto, hace falta leer Maus para tener no sólo una visión profunda sobre el nazismo y sus consecuencias, sino también sobre la condición humana. Hace falta ser ratón. Por todo eso, ¡viva Mickey Mouse!”.
Hoy me apetece escuchar a Marlene...
Marlene Dietrich - Lili Marleen.mp3
Marlene Dietrich - Sag mir wo die blumen sind.mp3
miércoles, 25 de julio de 2007
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